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domingo, junio 17, 2007

Un paso atrás: aprender y mejorar

Me han pedido que haga una valoracion de la temporada del equipo. Para ello me voy a ayudar de la narración de un pequeño cuento. Espero que os guste y que os pueda ayudar. El cuento es el siguiente:
Lucas era el tipo de persona que encataría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía: "si pudirera estar mejor, tendría un gemelo".
Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Lucas era por su actitud. Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahi para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realemnte me causó curiosidad, así que un día fua a buscar a Lucas y le pregunté:
No lo entiendo... no es porsible ser una persona positva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?, Lucas respondío: "Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Lucas, tienes dos opciones, puedes escoger estar de buen humor o de mal humor. Escojo estar de buen "humor". "Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo acptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida". Si, claro, pero no es tan fácil, protesté. "Sí lo es", dijo Lucas. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección". Tueliges como reaccionas ante cada situación, tu eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen o mal humor, en resumen, tu eliges como vivir la vida".
Varios años más tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Lucas seis meses despuçes del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondío: "Si pudiera, tendría un gemelo". Le pregunté que le había pasado por su mente en el momento del asalto. Contestó: "Lo primero que vino a mi mente que debía haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el suelo, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir". ¿No sentiste miedo?, le pregunté. Lucas continuó, "los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podia leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión".¿Que hiciste?, pregunté. "Bueno, uno de los médicosme preguntó si era alçergico a algo y respirando prufundo grité -si a las balas- mientras reian, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviese vivo, no muerto".
Lucas vivió pro la maestría de los médicos, pero sobre todo por su abombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos una elección de vivir plenamente, la actitud, al final, lo es todo.
Lo que le pasó a Lucas es lo que nos sucedió a nosotros esta temporada. Tenemos que asumir que no hemos jugado bien. No tuvimos equilibrio ni continuidad en el juego, y en los finales de partido no hemos estado clarividentes. Hablar de los pocos medios económicos o de las lesiones creo que no sirve para nada porque forma parte de las reglas del juego. Tenemos que reconocer que nos hemos equivocado, y como todo en la vida, se paga. Y el precio ha sido la perdida de la categoría.
Ahora estamos en el quirófano, y en este momento el club se encuentra en un punto de inflexión. Es el momento de elegir vivir. Solucionar los probelmas económicos y deportivos, asumir los erroresy poner los medios para mejorar. Hacer siempre lo mismo y eserar resultados diferentes es un gran error. Así que debemos estar convencidos, cambiar, y trabajar, trabajar y trabajar. Recordad el cuento: la actitud lo es todo. Así, seguro que los éxitos llegarán.
Espero que todo se arregle y que el básquet en Tarragona no sólo llegue a alcanzar las mayorescotas deportivas sino algo más importante, que se convierta en un medio de unión para las personas que estamos enamoradas de este maravilloso deporte.
Para terminar esta pequeña reflexión sólo me queda despedirme dando las gracias a toda la gente de Tarragona por todo el apoyo y cariño que me habéis dado. Me he sentido como en casa. Tanto si sigo como si no, entre todos y con vuestra forma de ser habéis hecho que una parte de Diego Ocampo siempre esté en y con Tarragona.

Por Diego Ocampo
Extraido de la revista del Club Basquet Tarragona

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