Bosco Garden

Disfruta del Baloncesto de la Factoría Salesiana


lunes, marzo 06, 2006

Oliver: "Tiré como pude; fue como si un ángel la llevara al aro"



Épico, inaudito. Albert Oliver dio al Ricoh Manresa una victoria de oro en Sevilla (84-86) al anotar un triple sobre la bocina recogiendo en el aire un balón que se iba fuera por la línea de fondo para anotarlo con un ángulo imposible, y dejar boquiabierta a la afición del Municipal de San Pablo. “Quizá sueñas meterla, pero ahora mismo me cuesta aún creerlo”, explicó el base, que recuerda que “el balón fue a la esquina y tiré como pude; fue como si un ángel la llevara al aro”. “Ha salido... porque ha salido. Lo normal es que no hubiese tocado ni aro”, añade. “Jamás se había visto nada parecido por aquí”, explican en Sevilla, donde el público se quedó “en estado de shock”

Redacción, 4 Mar. 2006.- El Municipal de San Pablo vivió este sábado una de las canastas más inverosímiles de la historia reciente de la ACB. Se agotaba el tiempo, el Caja San Fernando ganaba por 84-83, el balón parecía irse por la línea de fondo y con él las opciones de victoria del Ricoh Manresa. Instantes después, los jugadores del Ricoh Manresa se abrazaban en la pista ante un público atónito. Pero... ¿qué pasó?

Tras anotar Giannoulis un tiro libre que ponía el 84-83 en el electrónico, quedaban dos segundos por jugarse y el Ricoh Manresa sacaba de fondo. “Hablé con Laviña para intentar sorprenderles con un pase largo muy rápido”, explica Albert Oliver, al que su táctica le obligó a un sprint que parecía imposible hacia un balón que se iba irremediablemente por la línea de fondo.

“Llegué cuando se iba por la esquina, en la línea de fondo, marqué los pasos, lo cogí, me giré, lancé saliéndome... y entró”, señala el base apenas una hora después de firmar la canasta de la temporada. Porque todo ello sucedía en el aire, con el cuerpo fuera de la pista y desde una esquina. Una canasta contra la lógica... pero con visionarios. “Va a entrar”, le decía el joven Sergi Llull a Aleix Duran, el tercer entrenador.

“Ha salido... porque ha salido. Lo normal es que no hubiese tocado ni aro”, comenta un Oliver que tardó en entender lo que había logrado: “me quedé parado y entonces vinieron mis compañeros a abrazarme. Ha sido muy bonito”.

Óscar Quintana vivió la gesta desde el banquillo, empujando como pudo: “Rezas, soplas para que entre... pero ha sido impresionante”, dice, todavía “sorprendido. Es un tiro dificilísimo, técnicamente muy complicado”.

Javier Gancedo, periodista sevillano y colaborador de ACB.COM, explicaba tras el encuentro que “jamás había visto en directo nada parecido, y de hecho no creo que vuelva a ver nada parecido. Aquí en Sevilla he visto cosas increíbles en todos estos años en ACB, pero olvídate del alley-oop de Rudy en la Copa 2004, el alley-oop imposible de Smith contra Cantabria, de Larrañaga desde media cancha... nada como esto”.

“Todo el público se ha quedado en estado de shock, sin reaccionar”, continúa relatando el periodista, que narraba el encuentro para una emisora de radio. “No sabía qué decir, me quedé impactado”.

Pero es que, además, la victoria del Ricoh Manresa llegó con una remontada inverosímil, dándole la vuelta a un 83-75 a falta de 1:29 para ganar por 84-86 con el canastón de Albert Oliver. “Ha sido tremendo. Recuperábamos, anotábamos y así hasta igualar el partido”, dice el base, mientras que Quintana incide en la “importancia de ganar un partido así. Es un refuerzo moral, nos vuelve a dar oxígeno”.

Pablo Malo de Molina
ACB.COM